Estaba releyendo una edición de National Geographic de hace un tiempo, y me he encontrado con un interesante artÃculo sobre neurociencia. Trata sobre la memoria y sus misterios y lo ilustran con dos ejemplos reales: en primer lugar explican el caso de una mujer que no podÃa olvidar nada de su vida desde que tenÃa 11 años, y en segundo lugar el que más me impresionó, el caso de un hombre que no podÃa recordar más allá de unos pocos segundos.
E.P., iniciales del señor en cuestión, sufrió el azote del virus Herpes simplex que le devoró los lóbulos temporales medios y, por tanto, la capacidad de convertir las percepciones en recuerdos a largo plazo. Explican los neurocientÃficos que lo trataron que era una persona normal, con un coeficiente de inteligencia común y que en su memoria todavÃa guardaba los recuerdos de su infancia y su juventud. El problema era que, sin posibilidad de convertir sus vivencias en recuerdos a largo plazo, E.P. vivÃa en un mundo pasado, o presente, según como se mire.
Cuando los investigadores acudÃan a su casa, los recibÃa como si fuera la primera vez que los veÃa, no recordaba tan siquiera que padecÃa una enfermedad que no le permitÃa recordar.
Murió el año pasado sin saber que el hombre habÃa estado en la Luna, ni que el presidente de su paÃs se llamaba Bush, aunque en su mundo era feliz viviendo solamente su presente.
Si quieres leer el artÃculo del que trata este post puedes hacerlo aquÃ.