Esta mañana he tenido la suerte de poder disfrutar de unas horas en el Cosmocaixa de Barcelona, y digo disfrutar, entre otras cosas, porque mi subconsciente infantiloide ha hecho que me convirtiera en un niño por un rato, y me mezclara con los escolares que allà habÃa, para participar con los experimentos interactivos. 😉
Si tengo que destacar alguna de las exposiciones, sin duda me quedo con Nombr3s de bona famÃlia (Números de buena familia), donde explican la historia de los números más famosos (léase Ï€, e, 1, 0, 10100, etc…), y La historia de la matèria, que mediante más de 200 experimentos nos muestra la evolución de la materia en distintos ámbitos.
Y andaba yo de un lugar para otro cuando me he encontrado con esto (la foto no es muy buena porque tenÃa 1 millón de niños correteando por los lados):
No cabe decir que, si hubiera podido, me los habrÃa llevado todos a casa. 🙂 No habÃa visto tantos juntos en toda mi vida!! Una vitrina llenita de reliquias de metal en forma de robot, que tanto nos gustan en USB.
Ya sabes, aunque no te gusten los retrorobots tanto como a nosotros, merece la pena visitar el Cosmocaixa. Ha sido mi primera vez, pero estoy seguro de que no será la última.