Hace días que oímos hablar del cambio climático, hay quien dice que nos tenemos que preocupar, pero también los hay que minimizan la alarma para ocultar oscuros intereses. Personalmente, no estoy ni en un bando ni en el otro, prefiero no jugar con los extremos pero, después de visitar esta web de la Nasa, me he empezado a preocupar.
La imagen muestra la extensión que tenía la capa de hielo sobre el Ártico en 1979 (contorno rojo), y como estaba el año pasado. En 28 años hemos conseguido conseguido eliminar casi la mitad de la extensión que tenía, la verdad es que da miedo.
Y para colmo, ayer llegó a los medios una noticia más catastrófica todavía; el deshielo está provocando que las concentraciones de Metano que existen en el subsuelo Ártico, antes ocultas debajo del hielo, empiecen a salir a la atmósfera sin nada que las pueda parar. Teniendo en cuenta que el Metano es 20 veces más contaminante que el CO2, pues da para pensar un poco.
No creo que haga falta activar aceleradores de hadrones para acabar con el mundo, lo podemos conseguir sin tanta tecnología…